martes, 18 de junio de 2013

Las escalas de un corazón

¿Hola, qué tal?. ¿Has mirado ya en el fondo de tu corazón?. ¿Pudiste ver sus grietas? ¿Y las columnas que lo mantienen?. Solo son preguntas, pero, preguntas necesarias para saber como nos encontramos y lo que queremos. Quizás nuestra felicidad dependa de ello, de lo que nosotros queremos ver o no ver. ¿Miramos en nuestro interior? Vamos.

Cuando nacemos, e incluso antes de nacer, ya tenemos nuestros primeros pilares, esos que permitirán levantar un gran corazón de enormes dimensiones, nuestros padres, lo primero que sentimos sin duda. Se que nunca os habíais planteado los sentimientos y el afecto de esa manera, pues sí, nuestros primeros pilares son los más importantes, y desde luego los más fuertes. Sabemos que no es un amor pasajero, que siempre queda, que nunca muere. Hay excepciones duras, pueden ser la muerte, pueden ser el abandono o incluso el ignorar, hechos que pueden hacer que esos pilares se derrumben o pierdan la fuerza que tenían y así debilitar el concepto de edificio sabiendo que algún día nos vendremos abajo. Sin embargo, no se pierden las esperanzas, puede ser que esos pilares vuelvan a cobrar fuerza gracias a otros individuos que se meten en tu vida, siendo lo más probable que sea tu familia, algo en lo que siempre te puedes apoyar, aun que se marquen caminos y distancias, sabes que siempre van a estar, que te hacen sentir afortunado y que forman el primer nivel de tu corazón.

Siguiendo la jerarquía y la historia de la vida, encontramos otro nivel, el siguiente con más fuerza tras tu familia, las amistades verdaderas. Unas buenas amistades, esas en las que puedes considerar casi familia, esas conformar tu segundo nivel. Los verdaderos amigos, esos que están ahí a pesar de los enfados y discusiones, en las buenas y en las malas. Esos que han ayudado a estabilizar tu vida y buscar siempre un equilibrio y una solución estando a pié de cañón. Unos se van en medio del camino, pero esos no son los buenos amigos. Otros cogen distancia para formar su propia vida ya habiendo llegado a un nivel superior, pero ya sabes que seguirán siendo, a pesar del tiempo o la distancia, esos amigos fieles. Forman parte de ese nivel esos, los que no vienen y van, los que siempre están ahí sin condiciones y sin conveniencias, los verdaderos. Forman esa planta, la segunda, la siguiente más fuerte.

Si seguimos subiendo, en otro nivel y ya más intimo pero más inestable está lo que consideramos el amor de nuestra vida. Nuestra pareja o espos@. A pesar de que es un poco inestable, se puede transformar en otros pilares tan fuertes como el primero, si todo va bien. Puede dártelo todo, su amor, su vida, etc... puede darte la felicidad a otro nivel. Puede ser tu mejor amig@ o si no se cuida, puede llegar a ser tu peor enemig@. Sin embargo, si es en el primer caso, llegaremos a una vida plena, llega de felicidad y casi imposible que se derrumbe. Sabes que será tu amig@ más fiel, la que compartirá todos sus días a tu lado y cogerá rumbo a una historia a tu lado, una nueva aventura.

Por último ,y seguramente el clímax de la vida de una persona, llega la hora de crear tu familia. De formar otro nivel para ti y para tus descendientes, se vuelve al primer nivel. La familia, tu espos@, tu hijo, tus nietos, etc... El punto más alto de tu corazón, tu propio libro en la historia. Tu propio amor totalmente consolidado.

Toda la vida tiene sus giros, pero no olvides siempre llegar a tu meta, será la única clave de la felicidad. Plantearse una buena vida y conseguirla, esa es la verdadera meta del ser humano, llegar a su máximo nivel a pesar de todos los obstáculos que hay. Un edificio no aguanta si no se cuida, lo mismo le pasa a un corazón y a la persona.

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