+ Prométeme, que a pesar de la tormenta siempre vas a ser felz.
- No sé mamá, qué quieres que haga?
+ Mira, ves lo que estoy haciendo? (Sonríe..)
- Sí mamá, estás sonriendo..
+ Pues ya sabes lo que hacer el día a día...
- (Sonríe...)
Así me has enseñado, así te voy a recordar. Es cierto que los buenos momentos son los que se quedan, y son los que realmente dan fuerzas. El amor de una madre no se termina ni siquiera cuando nos falta, siempre está, aunque no la veamos. Y así levantas la cabeza día a día, sonríes y dices "Hoy puedo" y así continuamente.. tenemos un fuerte apoyo.. no lo podemos olvidar.. Y sí, si yo sonrío hoy es GRACIAS a ella, da igual todo que haya pasado.. yo voy a ser feliz, yo voy a sonreir y a llorar de alegría. Hoy, mañana y pasado ; cuando sea.. yo voy a vivir.